9 mar 2011

Esta historia no es diferente a las demás, cuando estaba en el parque, pensando en el día de mañana sin poder conocer el futuro que me esperaba, sabia que estaría solo; la mayoría había estado en una tentación de amor pero yo no; la gente era algo extraña o así me parecía en ese entonces, pero sin saberlo yo era el mas raro de todos, pero de una luz de soledad apareció. María despertó un nuevo sentimiento en mi, para lo que en ese tiempo creía que era amor fue borrado con su sonrisa, me burlaba de mi mismo por que no podía dejar de mirarla,  cada vez que me le acercaba, las piernas me temblaban, la mirada se me perdía y solo cuando ella hablaba, aunque al principio fue poco, era lo único que calmaba mi alma, como si escuchara el sonar de una cascada como una antigua melodía tocada por los mas hermosos violines; a si como empezó se terminó una explosión acabó lo que alguna vez pude sentir por ella. Ese estallido tenia nombre, Lizet, era tan dulce como un caramelo de un día de brujas pero había una gran diferencia de edad entre los dos, por lo que mucho después tendría demasiados problemas, cuando nos conocimos fue algo chistoso, durábamos mirándonos por horas enteras como si pudiéramos hablar, pero un día me arriesgue, estaba caminando nervioso pero cuando llegue al tenerla frente a frente solo pude decir “creo que nos hemos visto en algún lado”; ella penosa y sonrojada agacho la mirada y sonrió y dijo “nos vemos todos los días” yo también solté una que otra sonrisa aquel día desde ese momento se iniciaron la infinidad de conversaciones, siempre eran de cómo estaba o que le había pasado, pero yo sea como sea intentaba sacarle una sonrisa de la boca; aunque tiempo después decidí en confesarle mis sentimientos de darle una nueva oportunidad al amor, solo dije quiero ser mas que tu amigo, ella respondió que ya estaba alguien en su corazón, se rompió mi alma mi cuerpo estaba destrozado me sentía rendido y un tanto deprimido…. Tiempo después en una “comparsa” que desarrollo el colegio la oí murmurar con sus amigas mientras caminaba preocupado pensando en el acto que, con mis compañeros, habíamos organizado ,entonces su mejor amiga, Diana, me detiene y me dice “una preguntica ¿tienes novia?”, no, le respondí inocentemente ella salió con una pequeña sonrisa en la boca como si supiera algo que yo no; al día siguiente ella me encontró y me confeso que también quería dejar de ser solo una amiga mía, mis latidos se aceleraron y le dije que lo tenia que pensar, la busque en el siguiente descanso, y solo le pude decir ¿confías en mi? Ella contesto que aun no estaba segura pero que me amaba demasiado para dejar las cosas así… Esta nueva relación había empezado pero algo había cambiado en mi ser, por que, cada vez que estaba con ella las cosas eran totalmente diferentes, no me importaba si me insultaban o me sonreirán tan solo me importaba buscarla en los recesos solamente para besarla y amarla; pero como toda historia de amor tiene que acabar por un pequeño error que cometí, la mamá de ella se daría cuenta de lo nuestro, lo que jamás me imagine es que terminaríamos por el maltrato que la mamá le daba solo por amarme….  El remordimiento me abrazaba como mi mejor amigo cuando veía llorar a la mujer que quería; tan solo meses después de nuestra separación aun la amaba con toda mi alma y la miraba a la distancia esperando que ella jamás se diera cuenta de lo que aun sentía pero una tarde de febrero con la escusa de un curso de guitarra me quede hasta tarde en el colegio esperando hablar con ella, esa tarde todos los demonios de la relación pasada fueron exiliados, y olvidados; la bese como nunca, la abrase como si de alguna forma se me fuera a escapar y no quería dejarla ir hablamos reímos y lloramos, por los recuerdos y por lo que iba a venir, fue un momento mágico pero como lo bueno dura poco esa noche le di el ultimo beso pero solo quería que aquel día durara por la eternidad, había algo dentro de mi que ese ultimo rose de labios ya no estaría mas, y como si ya lo hubiera vivido al día siguiente, ella me consultó y me negó lo que sentía por mi y dijo “yo te amo, pero por ello tengo que dejarte ir”; mi alma se quebró y una lágrima broto por mi mejilla, la primera lágrima de amor verdadero….. Ahora me dedico a estar con otra niña a intentar revivir lo que sentía por Lizet pero no es igual, sigo mirándola en la distancia y evitando que se crucen nuestros caminos, para evitar recordarla y borrar su rostro de mi memoria sabiendo que mi corazón solo grita en silencio “Te amo Lizet”.